Las actividades humanas se han venido concentrado en áreas urbanas que muestran mayores movimientos económicos, administrativos y de poder. Esto debido a que la población espera encontrar mejor calidad de vida, estabilidad laboral, acceso a servicios de salud, educación, entre otros. Esta actitud, ha generado la ampliación de los perímetros urbanos en Bolivia, que conlleva a una transformación acelerada de aquellos espacios que no eran habitados (por características físicas inestables) y otros que tenían una función de tierras productivas de valor agropecuario (para satisfacer de alimentos al área urbana).
Como resultado, se obtienen espacios transformados por la construcción natural humana, algunos de estos son particulares por la presencia y ausencia de la cultura material e inmaterial, relativos a los distintos ámbitos sociales y culturales (doméstico, colectivo, comunitario y religioso) presentes en los diferentes periodos históricos (Burgos, 2014). Espacios que generan gran impacto visual y perceptual al visitante, al resguardar elementos de patrimonio cultural y natural (mixtos), que forman parte del imaginario colectivo de la población.